DEL HUMOR
Hace unas semanas, en uno de
los canales de TV capitalinos se emitieron durante un par de domingos unas recopilaciones
de los primeros programas humorísticos – de allá por los años 60 – que en su
momento hicieron furor en la pantalla chica.
Como uno de los que pudimos
ser espectadores en directo de los mismos – y desde ya dejo sentado que el
mejor de todos fue “Telecataplúm” – se me ocurrió hacer algunas disquisiciones
e investigaciones acerca del humor en general.
Formación inicial del T.C.P. |
Definir el humor es una
empresa de las más difíciles, porque como toda definición debe incluir todas y
cada una de las facetas de lo que se va a definir. Además, en el concepto
popular existe una gran confusión entre términos que se toman como sinónimos
del humor: comicidad, ironía, sarcasmo, chiste, parodia, burla, etc.
Creo que en principio hay
que diferenciar dos grandes conceptos: el humor y el humorismo.
El humor se relaciona con el
estado de ánimo, el talante de las personas. Esto proviene de conceptos
filosóficos y creencias de A.C. La palabra humor se deriva del término öris,
que en latín significa líquido vital. Se creía que los seres humanos tenían
cuatro tipos de líquido vital (sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema) que
estaban en relación con los 4 elementos primarios (aire, fuego, tierra y agua).
Y que su estado de ánimo estaba gobernado por la relación entre cada uno de
esos líquidos: los sanguíneos eran los que gozaban de perfecta salud, eran
alegres, comunicativos, etc., o sea, tenían buen humor; los que tenían bilis amarilla
predominante, eran tristes, melancólicos, apáticos: humor depresivo; los de
bilis negra, coléricos, agresivos, furiosos, típicos del mal humor; y los que
predominaba la flema, circunspectos, poco emotivos, supercorrectos, de ahí el
término flemático y la famosa flema inglesa.
Lo increíble de esto es que
estas ideas surgieron unos cuantos siglos A.C. y persistieron hasta mediados
del siglo 19 con la aparición de los primeros conceptos de la Medicina moderna.
Y lo otro que me llama la atención es cómo hicieron los antiguos para
distinguir entre bilis amarilla y negra (¿ya habría filósofos manyas en esa
época?), debió ser estudiando los destripados en las batallas. Y que entre los
líquidos vitales no hayan incluido la orina, que era más fácil de ver, constante
en todos los seres vivos (y también en los bobos). Yo hubiera supuesto,
siguiendo esas ideas, que aquellos en los que predominaba la orina eran ácidos,
desconformes, contestatarios, o sea, medio comunistas.
En fin, yo que sé, suena
medio como a curro todo esto.
El humorismo, en cambio, es
toda práctica o manifestación que tienda a hacer reír, o sea, a tratar de
modificar positivamente el humor de las personas. Y no se puede ir más allá en
la definición, porque la forma, los mecanismos y los recursos para practicar el
humorismo son de lo más variado. Incluso tiene variaciones geográficas según
las poblaciones y las distintas culturas, lo que puede ser gracioso, chistoso o
cómico en un lugar puede no serlo en otro: es lo que pasa con los chistes alemanes,
que entre nosotros están considerados espantosos:
-
Franz: oye
Fgrritz, tú sabes cuál es el marrido de la vaca?
-
Fritz: no,
Fgrrank, no lo sé.
-
Franz: el marrido
de la vaca es el checo, pogrrrque el checoeslovaco.
En el afán de encontrar algo
en común para todas las formas de humorismo, diversos filósofos, algunos de
gran fama y nombradía (desde Platón y Aristóteles, pasando por Hegel, Kant,
Freud, Schopenhauer y varios más hasta llegar a mí) se han ocupado del tema y
prácticamente cada uno tiene su teoría:
-establecer una superioridad
del bromista sobre aquél a quién hace objeto de una broma (teoría a la que se
abonaba Arturo N. García, alias “Wimpi”, uno de los pioneros del humorismo
uruguayo, que sostenía que en toda situación humorística va implícita una
desvalorización del prójimo).
-crear una interpretación
deformada y caricaturesca de la realidad que le permita a la gente un alivio de
las tensiones y el estrés, que se traduce en la risa-
-crear un entorno y ambiente que oriente al oyente,
lector o espectador, hacia determinado hilo de pensamiento, para inmediatamente
derivar hacia una afirmación que sea válida con lo planteado anteriormente y
totalmente diferente a la que se esperaba.
Esta última es la que me
gusta más, y podríamos dar miles de ejemplos:
*Diálogo entre enamorados,
uno dice “¡Te amo!”, y el otro contesta “Bueno, tá, ya se te va a pasar”.
Además, este humorismo tiene el plus de ser cortito y al pie.
*Mi obra, como la de
Picasso, ha pasado por varios períodos. No es que pretenda compararme con
Picasso, hay una enorme diferencia de jerarquía artística. El futuro dirá en
favor de cuál de los dos.
*El valor de sus
composiciones musicales no había menguado con el tiempo. En realidad, había desaparecido.
Y también tenemos las
distintas clasificaciones del humorismo según la temática:
-Humor negro, que
trata de convertir situaciones intensamente dramáticas en algo jocoso:
*- Mamá, ¿puedo
hamacar un poquito al abuelo?
– No, Juancito, ya te dije que hasta que no
venga la policía no se puede tocar nada.
¡Abuelitooo...!! |
* Una octogenaria
agoniza en su casa, reclinada en un sillón cerca de la ventana que da hacia un
paisaje exterior, acompañada por su yerno. Suspira melancólica y dice:
-¡Ah,
Carlos, fíjate que hermoso atardecer!!!
-Realmente
precioso, suegrita. Pero no se me distraiga, siga mirando el túnel, eh?
-Humor blanco, el
que se puede utilizar sin temor de agraviar a nadie de la audiencia:
*Alguien dijo: quiero ser abrasado. Y murió
culpa de su mala ortografía y de un pirómano entusiasta.
*Ese señor era el mismo que no quería comer
cecina por miedo a morir acecinado.
-Humor racista,
fácil de detectar:
*Obra en 3 actos durante los cuales se ve a
tres chinos que buscan desesperadamente a otro chino sin poder hallarlo. ¿Cómo
se llama la obra? El misterio del cuarto amarillo.
*Manuel, campesino de Galicia, va a visitar a
su primo Paco que vive en la ciudad. El domingo temprano salen a recorrer el
centro, y Paco le muestra los grandes edificios: ¿Ves, Manuel?, esos son los
rascacielos. Y el comentario de Manuel es: ¡Coño, lástima que hoy domingo no
están funcionando!!
*Durante la segunda guerra mundial, una
familia judía queda atrapada en un refugio antiaéreo. De pronto, suenan golpes
en la tapa de entrada y una voz que grita: ¡Abran, somos de la Cruz Roja!!.
Pasan unos segundos y Jacobo contesta: ¡Gracias igual, pero este mes nosotros
ya pusimos, che!!
-Humor
político, que va dirigido a personajes conocidos, ya sean políticos, artistas, deportistas, etc.
*En la época en que el Dr. Luis Alberto de
Herrera acaudillaba el partido blanco, tuvo algunas discrepancias con su
correligionario el senador Eduardo Víctor Haedo. Y el ingenio popular,
parafraseando el refrán “En casa de herrero cuchillo de palo” creó “En casa de
Herrera, cuchilla de Haedo”.
*
*Elizabeth Arden fue una afamada cosmetóloga
canadiense que fundó en EEUU un imperio de productos que duran hasta el día de
hoy. Especialmente célebre fue la línea de polvos faciales creados por ella,
pero que le acarrearon total infortunio en sus relaciones sentimentales. En
efecto, todo el mundo comentaba que los polvos de Elizabeth arden.
En
fin, se podría hablar mucho más de este tema, pero hay que tener en cuenta que
el humor reiterado pierde eficacia, debe ser administrado en dosis pequeñas. De
lo contrario se convierte en la tumba del stand up.