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Divertido, algo culto, familiero, siempre dispuesto a hacer reír a la gente. ¡Ah, y manya a muerte!!!

lunes, marzo 04, 2013

MACUPATO II


GRAMÁTICA DRAMÁTICA

Siempre tuve debilidad por las letras, nuestra lengua y todos sus múltiples vericuetos. Mi psicólogo – que soy yo mismo – opina que eso se debe a una niñez campesina, en la que la única diversión era leer los libros de la biblioteca de la escuela. De donde pueden deducir que yo vivía en la escuela. Y que yo de psicólogo tengo tanto como de filatelista.
En mi época existían grupos de fonemas hermanos – todos eran ónimo de apellido -, que como buenos hermanos se peleaban entre ellos. Así los antónimos no se podían ni ver, si uno decía blanco el otro en seguida decía negro. Los sinónimos opinaban igual pero se vestían diferente para desvincularse unos de los otros. Los homónimos lucían las mismas vestiduras pero cada uno tenía una opinión completamente distinta. Y con los parónimos pasaba lo mismo, aunque con el detalle que cada uno se cambiaba apenas una prenda para marcar la diferencia, como queriendo decir “yo no tengo nada que ver con ese”.
Hoy en día tengo entendido que los homónimos pasaron a llamarse homófonos, así que supongo que los parónimos serán parófonos (yo les diría mejor parecidófonos, pero viste lo que pasa con los carcamales de la RAE).
Ojo con los parecidófonos, hay que tener mucho cuidado al pronunciarlos, porque pueden prestarse a terribles confusiones. Fíjense, por ejemplo, qué horrible sería que alguien quisiera decir: “con mi pareja nos conocemos hace mucho tiempo, y se ha creado entre nosotros una relación admirable”. Y en lugar de relación dijera felación admirable, con lo cual lograría que todos los clubes swingers del mundo se les vinieran al humo.
Bueno, y también estaban – y están aún – los neologismos, que son términos muchas veces populares y propios de una región, a los que el uso ha convertido en fonemas incontrovertibles que después de muchos años – por lo general muchísimos – son aceptados por los carcamales que van entrando en lugar de los que se murieron resistiendo, e incorporados al diccionario.
Es así que se me ocurrió – solamente a una mente genialmente superdotada podría habérsele ocurrido, me siento el Sheldon Cooper de la lengua española –crear neologismos que a la vez sean parecidófonos, así como parecidófono es a la vez un neologismo. ¿Entendieron?
¿Nunca les pasó de querer calificar a algo o alguien con un adjetivo y no encontrar uno que revele lo más saliente de ese algo o alguien? Por ejemplo, esos tipos indolentes, haraganes, que siempre están tirando el carro y además cuando hablan son de lo más pegajoso e insoportable?
Puede que además sean o no voluptuosos, pero yo los calificaría como BOLUNTUOSOS. Como éstos, mirá, son casi prototipos:  

También tenemos a los extrabrut, tanto física como intelectualmente, que por ser más que cuadrados podrían ser llamados HEXABRUTOS aunque no digan malas palabras, y si las dicen, con más razón.

Hexabruto

Y así podríamos seguir: cuando un cocinero se va de licencia, el que lo sustituye será un SUFLENTE, que si sucede que además es afro-descendiente será un COCINEGRO SUFLENTE.

                                                                                      
Una señorita (o señora) dotada de gran destreza lingual, aun con la boca cerrada – o más bien ocupada -, es una mina FELÓMENA, macanudaza.
Y no la mastica, ¿eh?


Lisa Kudrow (Phoebe), es una de las  CHOTAGONISTAS de la serie “Friends”.
¿Con cuál peinado tengo menos cara de chota?
 
Si uno anda con diarrea, visitar a una amiga es un verdadero COPROMISO, así como cuando un cajero se manda una cagada al liquidar, lo que emite es un COPROBANTE de Caja.

En las casas de tolerancia que operan clandestinamente, una buena contraseña para permitir el acceso debería ser: “SÉXAMO, ábrete!!”.

El lebrel es un CANZADOR por excelencia:

¿En qué se parece un pollito a una culebra?
En que la culebra es una serpiente, y el pollito es un SERPIANTE.


Las vidrieras con contenido dedicado exclusivamente al sexo femenino deberían llamarse ESPAPARARTES.
     Aunque algunas para hombres también…

Y también se podrían solucionar algunos problemas semánticos. Por ejemplo, la diferencia entre eficiencia y eficacia, cuándo se debe usar una u otra. Tal cosa ya fue explicada en la séptima entrada del P.S.I., obra tan importante como inadmisible que se va construyendo en este blog. Si alguno de ustedes no tiene claro la diferencia, o no la leyó en el P.S.I., o no se acuerda, bueno, vayan y léanlo – de nuevo si es necesario -, no se crean que lo voy a explicar otra vez. Aunque, resumiendo, la diferencia es simplemente una cuestión de medios para lograr un fin. Por lo tanto se me ocurre que co-denominarlas como EFICACIENCIA, resolvería todas las dudas.
Hablando del P.S.I., esta entrada es como una hermanita menor. Comparte con él la característica de ser divertida de a poco, así que hasta acá llegamos, por ahora. Hacemos un STOPARACÁ y en cualquier momento la seguimos.
Chau.